El amor a primera vista no suele funcionar y menos en el mundo de las start-ups.
Tal vez se hace con la mejor intención; tal vez se hace porque lo exige el guión; tal vez sólo es la tendencia hacia la exacerbación de los mensajes de refuerzo positivo que se quieren proporcionar a los emprendedores o, a lo peor, tal vez se persigue simplemente aprovecharse de la situación de enamoramiento que aquellos viven para venderles alguna guía de “Si crees en ti, lo conseguirás”.
Hoy en día son decenas, si no cientos, los gurús que aparecen en Instagram, en Facebook, en LinkedIn prometiendo que si les haces caso, si te descargas o compras su manual mágico, tu idea será capaz de romper el mercado, te lloverán los clientes, los ingresos y en un año saldrás en Forbes. Todos estos mensaje positivos siempre vienen complementados por el eterno “Cree en ti-Cree en ti” y podrás conseguir lo que te propongas. Pero la realidad es muy terca. No todo el mundo consigue lo que se propone. No sólo hace falta creer en uno mismo. No sólo hace falta tener una magnífica idea apoyada sobre un magnífico modelo de negocio. Son muchos, pero muchos, los que tienen ideas buenas y modelos de negocio interesantes pero terminan frustrados, abatidos y trabajando en algo que no les apetece por un salario miserable (con suerte no lo será) toda su vida. Además hay que tener algo de suerte, poner esfuerzo, constancia y fuerza de voluntad, tal vez incluso, contar con un buen padrino (ahora se le llama mentor, business angel o advisor), estar en el momento adecuado en el sitio adecuado, ser distinto continuamente, seguir aprendiendo toda la vida, etc., etc., etc...y después de todo sólo algunos privilegiados conseguirán llegar donde sueñan. Por eso lo primero es ser realista. Desenamórate de tu idea. Mírala con perspectiva, desde bien lejos, téstala, desmenúzala, no te creas lo del amor a primera vista, cuenta con alguien que te diga sinceramente si tu idea tiene granos, le huele el aliento o no es de fiar. Sólo así podrás, si se lo merece, hacerla tuya, hacerla mejor y entonces luchar por ella a muerte. Aunque también puede ocurrir que te des cuenta de que no merece la pena, que realmente no es tan buena como creías. Y si eso ocurre, será fantástico que lo sepas cuanto antes. No pasa nada. Tendrás otras y otras y otras. No te preocupes. Como decía al principio, el amor a primera vista y para toda la vida, se da en raras ocasiones. Así que si tienes que luchar por algo o por alguien, que sea por algo o alguien del que no tengas ninguna duda. Y sólo entonces ten por seguro que merecerá la pena, incluso aunque con el tiempo salga mal. Los profesores, mentores o advisors, de cualquier mercado (los de emprendimiento, los de karate, los de MBA y claro, también los de @OperacionTriunfo) deberían ser honestos con sus alumnos y ayudarles a mejorar con enseñanzas y críticas constructivas, no con halagos vacíos y motivadores, que más tarde o más temprano serán semilla de tremendas frustraciones. Luego la realidad les abofetea. La calle es muy dura, con todos R+
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Marzo 2019
Raúl de la CruzInconformista, sincero y, por encima de cualquier cosa, honesto. Me gusta leer (de todo), escribir (de lo que sé), escuchar (a todos) y sobre todo aprender (de todos). Emigré a Internet en el año 92, y desde entonces vivo allí, observando desde una ventana indiscreta. |