Prepárate bien para emprender: parece que sin tiempo para recuperarnos del mazazo de la crisis del 2008, de la que todavía no hemos salido del todo, una nueva crisis acecha en el 2019 e incluso una recesión en el 2020 se avecina. No hay día y hora concreta para su llegada ;-) pero que llamará a la puerta parece seguro. “Economists are split on when exactly, but they know one thing for sure: a downturn is coming. “There is a confluence of deep-seated, structural headwinds that threaten to upend the global economy,” ...nos advierte la economista Dambisa Moyo (Global Economist, y autora de Investor in the Future) Es cierto que no deberíamos celebrarlo. Crisis y recesión significarán despidos, prejubilaciones y situaciones verdaderamente dramáticas para la vida de miles o millones de familias en el mundo (lógicamente también en España). "Executives know the good times won’t last and many will reduce their workforce pre-emptively to preserve profits through a coming recession" ...nos dice Danielle DiMartino Booth, CEO y Directora of Intelligence de Quill Intelligence LLC, y autora de “Harto” ( “Fed Up”). Y parece que ya hemos empezado. “General Motors announced 14,000 strategic layoffs in November, after 2,250 had already taken buyouts. Meanwhile, Verizon will let go of 10,400 employees via voluntary severance, the company announced Monday. These won’t be the last” Y lo peor está por venir, nos dice Dimartino: “I guarantee you right now, consultants across the country are convening and discussing with executive teams at many companies what they also can do to get in front of the next recession,” Booth says. “Companies are taking unusual steps because they know how very long in the tooth this expansion is and they know what's to come.” De nuevo una crisis, una recesión. Ante esta situación podemos optar por varias posiciones, entre ellas: taparnos la nariz y no respirar mirar hacia los lados silbando como si no fuera con nosotros emprender Y cada uno será libre de defenderse o prepararse como mejor crea. Todos los sabemos. Crisis significa cambio. Así que yo decido prepararme para emprender, o mejor dicho para seguir emprendiendo. No hay día que me levante que no siga pensando en cómo montar un nuevo negocio original-distinto-o-mejor-hecho, o dándole vueltas a cómo se hacen las cosas, o en desarrollar al máximo mi capacidad de extrañamiento. No dejo de mirar a mi alrededor buscando nuevas oportunidades: cuando paseo por la ciudad, cuando salgo a correr, cuando cojo el metro o cuando estoy leyendo cualquier libro que caiga en mis manos o artículo en Internet, o viendo una película,... siempre busco la inspiración. Incluso me he descubierto pensando en nuevas ideas mientras cubro la distancia de nado en una competición de triatlón. No, no es una obsesión, es un juego vital que me apasiona: emprender. Y en época de crisis o de recesión, emprender no es sólo una solución para la situación individual de cada uno; emprender también es una necesidad para la sociedad en su conjunto. Como hemos visto, las grandes empresas se verán “obligadas” a despedir a miles de trabajadores para mantener sus beneficios o para subsistir (y por tanto mantener el puesto de trabajo de otros tantos miles); serán las pequeñas empresas, las mentes privilegiadas o corazones valientes de los emprendedores quienes actuarán de Arca de Noé, o de Lista de Schindler para tanta y tanta gente. En época de crisis debemos apostar por el long tail (término estadístico que hace referencia a la distribución de una población y que puso tan de moda Amazon con su modelo de negocio). No podemos ni debemos confiar en un puñado de grandes empresas que contraten a muchos empleados, sino en miles de pequeños proyectos que puedan contratar cada uno a un puñado de personas. El long tail de los pequeños emprendedores puede suponer la diferencia entre que cientos de miles de familias perezcan en la próxima crisis (incluida la tuya) o que podamos contar con miles de arcas de Noé que permitan atravesar el nuevo Tsunami. Como si estuviéramos ante una nueva Operación Dinamo de un nuevo Dunkerque, donde en apenas unos días 338.226 hombres escaparon a bordo de 861 embarcaciones, los nuevos emprendedores y sus pequeñas embarcaciones-empresas serán las únicas con las que podremos contar para “rescatar” a las miles de personas que serán dejadas a su suerte en la playa de la recesión. Así de metafórico y dramático pero real será. La vida misma. ¿Y cómo te preparas para emprender? Voy a huir del tradicional “depende” (depende de la edad, de si estás trabajando o en el paro, de si tienes ahorros o no, si vives sólo o en pareja, si tienes hijos o no, hipoteca o no,...), que aunque indudablemente relevante, nos afecta a todos (seguro que todos podemos mencionar alguna “carga” que arrastramos y que nos hace difícil la toma de decisiones). Veamos ¿cómo te preparas para afrontar voluntariamente cualquier evento de trascendencia en tu vida? (bodas, mudanzas, hipotecas, viajes, cambio de puesto profesional, cambio de trabajo…). Lo primero es llevando a cabo una profunda reflexión al respecto. Y cuando digo profunda no me refiero a echarle mucho tiempo, no me refiero a tener excusas para procrastinar, me refiero a una meditada y concienzuda reflexión sobre la situación que nos llevará el tiempo necesario, pero no más. Cuando tenemos que decidir entre una hipoteca u otra: miramos distintos bancos, vemos sus condiciones, nos asesoramos con unos y con otros, leemos aquí y allá, hablamos con amigos, comerciales de bancos y personas cercanas que puedan saber del tema, echamos nuestras cuentas, y finalmente tomamos la decisión que entendemos que es la mejor para nuestros intereses. Emprender también conlleva reflexionar. No debiera ser un acto espontáneo e irreflexivo provocado por una situación en concreto, y ni tan siquiera por una -supuesta- buena idea que no nos deja dormir. Emprender significa: comenzar, arriesgarse, esforzarse, trabajar y mucho, decidir continuamente, -en ocasiones- abandonar la estabilidad,... también puede significar éxito, pero igualmente puede acarrear fracasos. Si nos atenemos al número de resultados, 1.830.000, que Google nos muestra cuando buscamos el string “emprender un negocio” nos podemos dar cuenta que emprender es una actividad en la que se está poniendo mucha atención últimamente. Pero si hacemos la búsqueda del literal “fracasar en un negocio” solo obtenemos 222 resultados. Increíble diferencia, ¿no crees? Sin embargo, la realidad es que es más fácil fracasar que tener éxito. Pero parece que lo obviamos. Nadie quiere saber del fracaso (me reservo la ocasión de hablar de ello en otro post). Así que a pesar de la impresión que podamos sacar de los resultados de Google, o justo por la impresión que podamos sacar de ello, lo primero que debes hacer es reflexionar. Puede que tengas una idea, o no. Puede que tengas dinero o nada, o que no quieras gastar el que tienes. Lo que es seguro es que lo que tendrás será miedo, vértigo, pánico a lo que pueda pasar. Y cuando ese miedo supere en peso y volumen a la ilusión, a la pasión que puedas tener por llevar a cabo tu proyecto, las posibilidades de que puedas llegar a hacerlo disminuirán de manera directamente proporcional a la diferencia. PE= (P-M)% PE: Probabilidad de emprender; P: Índice Pasión de 0 a 100 (0 significa nada de pasión); M: Índice Miedo de 0 a 100 (100 significa pánico) ¡Ojo! No nos olvidemos que esta fórmula, inventada y no testada, solo nos habla de probabilidades, no de certezas, y que en cualquier caso nos da como resultado las probabilidades de ser capaces de llevar a cabo el proyecto, no de tener éxito con él. El éxito depende de muchas cosas, y muchas de ellas no son variables que podamos controlar. Y después de reflexionar… !actuar! No hay más. Parece estúpido, ¿verdad? Sólo hay que ¡actuar! Pero no hay más, reflexionar sobre las opciones, recursos, pros, contras, barreras de entrada, de salida, mercados, bondades, público objetivo, valor diferencial… todo lo que quieras, pero al final no queda otra que ¡actuar!. He conocido en mi vida a infinidad de excelentes emprendedores “potenciales”... con buenas ideas, habilidades, capacidades, y aptitudes, pero que nunca actuaron. Nunca dieron el paso final, o el primer paso (depende de cómo se mire). Hoy, muchos de ellos, son profesionales frustrados. Tirarse al agua es finalmente saltar desde el bordillo, volar es sencillamente montarse en un avión y dejarse llevar, hacer un maratón es, al menos, ponerse en la línea de salida y comenzar a correr. Emprender es ¡actuar! No hay otra. El resto será cuestión de aprender, decidir entre las mejores opciones, crear, testar, pivotar, medir, re-aprender, invertir, vender, comprar,... Pero todo comenzará con ¡actuar! Dar el primer paso. No hay más. Puedes esperar a que la crisis o la recesión llegue hasta tu casa, o comenzar con la reflexión hoy, ahora, ya… y después ¡actuar! ¿Con miedo, vértigo, pánico? Seguro. Es imposible no sentirlo. Pero, ¡actuar! ¿con miedo? Sí. Pero con ganas. No obstante siempre podrás esperar a que la caballería acorazada corporativa empresarial venga a tu rescate y te saque de la playa de la recesión. Tú decides. R+
Comentarios
|
Info, respuestas, soluciones e ideas para emprender o transformarteSuscríbete
Y recibe gratis la guía que te ayuda a alcanzar tus objetivos.
Categorías
Todo
Archivos
Marzo 2019
Raúl de la CruzInconformista, sincero y, por encima de cualquier cosa, honesto. Me gusta leer (de todo), escribir (de lo que sé), escuchar (a todos) y sobre todo aprender (de todos). Emigré a Internet en el año 92, y desde entonces vivo allí, observando desde una ventana indiscreta. |